el tráfico
de datos
mensual
en la caleta
es similar
a
122
días viendo
videos
Rosalba Güenteo, pobladora de Caleta Andrade,
región de Aysén
Siempre en la mejor parte, siempre cuando justo iban a desatarse
tantos nudos de tantos meses, se acababa la cinta. Nunca se sabía
con quién se quedaría el galán, si la ciega volvería a ver y si la nana,
despojada de fortuna, honra y guagua, lograría por fin recuperar lo
que malamente le habían arrancado desde un comienzo. En esos
momentos, cuando la vecina se encogía de hombros, sacaba el
video que tanto había pasado de mano en mano y apagaba la tele,
en Caleta Andrade regresaba esa sensación de vacío con que se
soportaban aquí los inviernos crudos e interminables.
Mil veces Rosalba Güenteo se sintió desconectada, mil veces se
quedó con ese suspenso y mil veces se olvidó de esas historias
esperando que alguien desde el lejano Aysén se apiadara del pueblo
aislado y mandara por barcaza —“no este mes, quizás el otro”— el
final de la novela grabado en una cinta que jamás llegaba.
No era falta de cariño. Las embarcaciones ya no venían por estos
lados (la cara este de las islas Huichas, en la región de Aysén, a