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diciendo
che
”) y se le pasa la tarde sentada en su sillón que mira
a un pedazo del puerto, en este living de esta pensión que levantó
hace tiempo ya, exactamente sobre los escombros de esa casa
humeante donde esa noche, hace 20 años, supo que sería bombera.
La principal actividad en la
isla es entregar servicios a
las salmoneras.
en Puerto
Aguirre
se tiene
planeado
construir
un club
de yates
“Mi cuñado era el capitán y varias veces me había comentado que
yo podría sumarme. Soy fuerte, me gusta ayudar, así que desde esa
noche decidí que era lo mío”. Ahora, después de quince años, es la
teniente segunda de la compañía de bomberos de Puerto Aguirre y
está a cargo de manejar “la pitón”, la manguera más potente con la
que el nuevo carro bomba, donado por un empresario naviero, se
apresta a inaugurar la flamante sede que se construye en el pueblo.
Claro que, ante una emergencia, Berna no usa la radio. En rigor,
salvo el capitán, todos los voluntarios la tienen apagada. Ella no la
necesita. “Desde que tenemos esto, hablamos altiro, hablamos de
otra manera”, dice, apuntando al celular.
Gracias a él habla con sus hermanas que viven en Comodoro
Rivadavia, en Argentina. Antes también usaba cartas, pero las
novedades se añejaban. Ahora no. Ahora las llama a cada una y,
cuando están sus hijos, conecta el computador y hablan por video
chat. Con ellas toma mate a distancia y se burlan entre sí porque
se les pega el acento después de un rato (“ellas diciendo
poh
. Yo