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Lo que estas cuatro

mujeres pretendían

era rescatar

una costumbre

indígena que parecía

desterrada.

Entre las cuatro, en apenas tres años, han logrado montar el

restorán. Primero por el dato de boca en boca que se pasaron los

trabajadores ocasionales de la zona y luego por una campaña en

que las apoya Sernatur de Valdivia, los platos mapuches de “La

Chalito” –en honor a María Salomé Navarro, la fundadora fallecida–

han cobrado prestigio más allá de la caleta. Las empanadas y los

caldillos los hacen con ulte, con cochayuyo o con los mariscos que

los maridos hayan logrado pescar en el día, pero la gran gracia

extra de este emprendimiento es que buena parte del pueblo

también gana con ellas. Todos los ingredientes que se ocupan en

esta cocina donde se fríen las masas, se embadurnan los mariscos

y se rebozan los pescados se los compran a los chaihuininos.

A Margarita también le alcanzan las manos para asumir la dirección

del negocio. Cuando llegó la conectividad, y después de cerrar el

acuerdo con Sernatur de Valdivia –que implica la visita constante

de los adultos mayores que recorren la Región de Los Ríos–, ha

logrado que el grupo trabaje en un proyecto financiado por la

Conaf para utilizar en sus recetas aquellos productos mapuches no

madereros que parecían estar olvidados en la cocina, como murta,

avellanas, luma y rosa mosqueta. Ese mismo proyecto les alcanza

para financiar letreros en el camino, la publicidad estática en las

barcazas que conectan Corral con Valdivia, y para crear la página

web del emprendimiento.

Las estrategias para darse a conocer les han dado resultados: en

verano, han llegado a atender a 300 comensales en apenas seis

horas. “En esos días –dice Odilia- tenemos que traer hasta las

mesas desde nuestras casas. Ahí hay que hacerlas todas. Cocinar

y tener a mano los delantales para salir a atender. Hacemos de

arquero y de delantero”.

Sin embargo, en el resto del año, la clientela disminuía de la misma

manera en que llegaba la lluvia. Por eso, cuando pavimentaron

el camino a Chaihuín y más encima instalaron la antena para

tener conectividad, las cuatro socias vieron la luz en los días más