CONECTANDO CHILE

61 Cuando Heráclito dijo “no se puede entrar dos veces en el mismo río”, es seguro que no estaba pensando en el Mataquito, pero qué bien se ajusta la historia de este cauce de agua a la afirmación del filósofo griego. Ni el arroyo ni la desembo - cadura ni el poblado de La Pesca volvieron a ser los mismos después del terremoto y el tsunami del 2010. “El remezón botó la casa de adobe de mi madre y el mar se llevó la mía”, cuenta Mavet, mientras atiende en su pesca - dería. “Escapamos por instinto. En el pueblo no había señal. Nadie nos podía avisar nada. Acá, todo cambió. Antes, el río era ancho y tenía una playa inmensa. Ahora, sólo tene - mos playa de mar y nos quedó un río más pequeño”. No sólo el paisaje se ha modificado, desde hace algunos meses La Pesca cuenta con señal de celular. “Nos cambió la vida en un cien por ciento” , asegura Mavet. “Yo arriendo cabañas. Antes, ponía un cartelito y si pasaba un auto y lo veía, tenía la posibilidad de hacer negocio. Ahora, lo hace - mos todo por teléfono. Incluso, saqué el letrero”. Puede ser el choque del agua dulce con el agua salada, pue - den ser los dos imponentes peñascos que aíslan a La Pesca,

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