CONECTANDO CHILE

103 Con la voz clara, propia de una dirigenta que ha sabido ga - narse la confianza de su gente, Ruby relata que “de spué s de que echamos, con toda la razón de nuestro lado, a los traba - jadores que querían levantar la antena, la empresa volvió con otra actitud. Ahí se inició una nueva relación. Primero tuv imo s que c ono c e rno s y , l ue go , po c o a po c o , empezamo s a plantear nuestras condiciones. Lo importante era que lo que se obtuviera fuera para un beneficio colectivo”. Para entrar al cementerio de Reducción Contreras hay que pedir permiso a sus moradores. Todos ellos descansan con los pies en dirección al oriente, así pueden emprender el camino hacia donde todo se inicia. Las ondas destructivas del terremoto del año 2010 también llegaron a este lugar que parece flotar en una dimensión distinta a la terrena. La pirca perimetral se cayó. Obtener recursos para recons - truirla fue una de las exigencias que se le hizo a la contra - parte negociadora. Las tierras que hoy ocupa este poblado indígena corres - ponden a los terrenos de la comunidad originaria más dos predios recuperados. Al menos una vez al año, todos los miembros de la reducción convergen en el lugar ceremonial donde se realiza el guillatún. Durante veinticuatro horas se

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