CONECTANDO CHILE

101 Entre campos de trigo , los caminos se cruzan, se bifurcan y se vuelven a juntar. Las casas que aparecen y desapare - cen son las de los habitantes de la comunidad indígena Ma - nuel Contreras que está catalogada con el infame apelativo de “reducción”, que hace referencia a la arbitraria decisión de despojar de territorio y confinar a un espacio reducido. Sin embargo, Ruby, la presidenta de la comunidad, no quiere que el nombre del lugar donde vive sea cambiado y explica que “ cada una de l as pa l abras que f o rman e s e nombr e da cuenta de nue s t ra hi s t o r i a” . En tiempos beligerantes, años de invasión y resistencia, nació en el Fuerte Quino un niño de apellido Contreras. El destino quiso que sus padres fallecieran y que fuera entrega - do a una familia mapuche. El pequeño de piel blanca se crió como hombre de la tierra y se convirtió en jefe. Hablaba las dos lenguas, era un puente, conocía los secretos del diálogo. Ese es el inicio de la historia de la comunidad. En el siglo XXI, la era de las comunicaciones, el huinca llegó a la reducción con una idea. Quería instalar una an - tena. Buscó el lugar adecuado y llegó a un acuerdo con el poblador dueño de esa porción de terreno. Se estrecharon las manos en un gesto que parecía el final de un buen trato,

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