CHILE ARTE URBANO

11 casuales. Christo y Jeanne-Claude exploraron nuevas maneras de observar los paisajes cotidianos al envolver edificios icónicos y parques con telas de colores. Y Spencer Tunick inventó literalmente la idea de la masa desnuda como instalación artística, un concepto que ha realizado en varias capitales del mundo, desde Londres hasta Santiago de Chile. Después del año 2000 comenzó una nueva apreciación del arte de calle y una nueva lectura del legado expresivo del artista grafitero de Nueva York, Samo (Jean-Michel Basquiat). Ese legado fue reinterpretado por varios artistas globales, entre ellos el dúo brasileño OSGEMEOS, experto en fusionar el estilo tradicional del hip hop con la cultura local. Otro artista de la calle que ha demostrado su compromiso con el cambio social es Shepard Fairey: su afiche Hope colaboró con la elección de Barack Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos, en 2008. En años recientes, otros artistas también se hicieron cargo del cometido del arte público hacia el cambio social, como el egipcio ILL y el salvajemente prolijo muralista JR. De hecho, el compromiso social y lo “relacional” –una estética ideal que destaca los contextos sociales al enfatizar la participación pública– se han vueltos lemas clave de los artistas actuales dedicados a lo público. En 2013, Sebastián Errázuriz reunió a una orquesta de 50 instrumentos que la gente común podía dirigir en las calles de Santiago. Ese mismo año, Thomas Hirshhorn levantó el Monumento a Gramsci , una gran obra de arte comunitario dentro de un grupo de viviendas del Bronx. Por otro lado, los artistas Rick Lowe y Theaster Gates han continuado enriqueciendo la idea de la escultura social para señalar los problemas de la falta de vivienda y la pobreza en las ciudades contemporáneas. La mayor obra de Lowe, Project Row Houses , ha transformado edificios derruidos de Houston en florecientes comunidades construidas por el arte. Gates, en tanto, al comprar y rediseñar bienes raíces icónicos en varias ciudades de Estados Unidos –como Stony Island Arts Bank en Chicago– ha demostrado que el arte publico puede llegar a terrenos insospechados, como la planificación urbana, el urbanismo, el negocio bancario y de propiedades. Situadas, construidas o realizadas en lugares públicos de todo el mundo, hoy el arte público existe para beneficio de quien esté dispuesto a relacionarse con sus formas expansivas, y al mismo tiempo se vuelve una forma de expresión de la comunidad. Más que reflejar solamente el punto de vista de un artista particular, combina la contribución de ese artista con el sentido de identidad del público, tanto individual como colectivo, tal como se desarrolla en un determinado tiempo y espacio. La larga y rica historia del arte público habla por sí misma. Hoy, este arte no solo sigue en su empeño por interferir en la vida corriente, sino que está completamente vivo. Christian Viveros-Fauné. Curador.

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