TODO CHILE COMUNICADO

78 lo tenía muy claro. De lunes a viernes, de ocho a cuatro de la tarde, sería Lucas, buen alumno, travieso y divertido. Pero en los recreos, cuando hubiera una pelota de por medio, Lucas sería ese otro que metía los mismos goles que él, que desbordaba hasta el alma misma de las áreas y se burlaba de las defensas. En los recreos, de ahora en adelante, Lucas no sería Lucas sino ése igual a él al que llamaban Cristiano Ronaldo. La escuela de Huape fue pionera en recibir los cambios de la llegada de internet. 300 habitantes tiene Huape, una caleta de pescadores ubicada en la Región de Los Ríos plan es libre de pago y que le permite hablar “hasta que me arden las orejas”, como dice, apuntándolas. Esa primera semana, los niños también se sorprendieron con lo que les podía mostrar esa cosa llamada internet en sus pantallas. Cuando el profesor les enseñó a buscar los primeros contenidos, Lucas supo lo que quería. Estaba obsesionado con el fútbol, pero sabía de jugadores y de equipos sólo por oídas. De un texto pasó a un video, de un video pasó a otro y así hasta que encontró lo que soñaba. A ese partido, el de ese viernes, el del final de esa semana, Lucas llegó diferente. Antes de entrar a la cancha, y mientras todo el resto lo esperaba, fue al baño, se levantó el pelo con las manos mojadas mirándose en un pedazo de espejo y se amarró las zapatillas que le habían traído como un tesoro desde Valdivia. Entró al patio con el pecho inmenso. Las niñas y niños que jugarían el partido lo miraron tratando de entender de qué planeta venía. Pero Lucas ya

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