TODO CHILE COMUNICADO

en verano, han llegado a atender a 300 comensales en apenas seis horas Margarita Huala, emprendedora de “La Chalito”, Chaihuín, región de Los Ríos En las mil manos rugosas de Margarita Huala, los silencios hablan más que el movimiento. Cuando se quedan pasmadas, cuando de improviso interrumpen el aleteo vigoroso en que estaban sumergidas, el resto de la orquesta se detiene de inmediato, porque sabe que ese gesto –señal de que algo no está cuajando como debiera– es una alerta para que abran los oídos y esperen que de esas manos en suspenso surjan nuevas instrucciones. La de Margarita –ella misma lo confiesa– es una de esas vidas delineadas a la fuerza por esa ineludible lección de ensayos y errores que algunos llaman experiencia. Nada de estudios, porque Margarita abandonó la escuela en sexto básico, cuando cumplió los 12, y a los 14 ya era mamá y estaba casada. Así que para ella lo que no le dieron los libros se lo han ido dando los años, que para el caso le ha alcanzado de sobra para armar su propia enciclopedia. Ante los golpes y las caricias, Margarita es mujer agradecida. Invoca a Dios cuando repasa lo que ha conseguido, lo que han conseguido,

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