Es una evolución tecnológica que irá más allá de aumentar la velocidad y el rendimiento: también permitirá ampliar las capacidades de las redes móviles para dar soporte a gran cantidad de dispositivos y desarrollar nuevos usos en la tecnología móvil.
En 4G la latencia rodea los 50 milisegundos, mientras que en 5G puede llegar a 1 milisegundo en condiciones óptimas. En condiciones promedio puede demorar tan solo 20.
Hoy con 4G logramos una muy rápida velocidad de navegación móvil, pero en condiciones óptimas, 5G podría ser hasta 10 veces más rápido que 4G.
Con el mismo recurso que conectas un solo dispositivo 4G, con 5G podrás conectar cerca de 10. En lugares súper poblados como aeropuertos y estadios la conexión será mejor.
Las antenas 5G están compuestas por muchas micro antenas dentro de ellas que permiten atender los requerimientos de conectividad de forma mucho más dedicada a cada persona, con la intensidad que cada uno requiere.
Las redes 5G se pueden construir de diferentes maneras a partir de varias bandas del espectro de longitudes de onda: banda baja, banda media y banda alta. Las bandas altas permiten transferencia de datos en zonas altamente poblados, pero son de poca cobertura, a diferencia de las bandas bajas, que son de mayor cobertura, pero con menor ancho de banda.
Teléfonos más rápidos, descarga de películas HD en pocos minutos y múltiples dispositivos inteligentes conectados interactuando sin que se genere congestión e incluso en forma autónoma o dirigidos a distancia.
Hay que tener en cuenta que las implicancias de 5G, a mediano plazo, serán mucho más profundas: impactará cómo funcionan las industrias y revolucionará la forma en que pensamos los negocios y entregamos servicios.
En cada generación de la red móvil han aumentado las acciones que podemos realizar desde un celular.
Con la red 5G podremos conectar todos los dispositivos que nos rodean al mismo tiempo: celulares, computadores, autos, buses, refrigeradores, hospitales, relojes y hasta ampolletas. Ciudades completas conectadas.